Indemnizan a trabajadora por un abuso de la empresa

En éste caso el abuso consistió en revisarle el bolso, como sospechosa de robar en la empresa.

Y es que al abandonar su puesto de trabajo en la cafetería una empleada fue paralizada por su jefe y el jefe de seguridad para obligarle a abrir allí delante el bolso y enseñarles el contenido.

El motivo era una sospecha de robo de material. Y aunque efectivamente la empresa podía investigar lo que sucedía ante esas sospechas sobre sustracción de productos comestibles, no vale cualquier medio de indagación, pues en principio no consta que más allá de esa carta interna entre responsables se hubiese realizado otra actuación tendente a averiguar lo sucedido.

Abuso de la empresa

Por ello, quebró la empresa el debido juicio de idoneidad , pues por una parte no era absolutamente necesario -ya que no había pruebas fundadas sino tan solo meros indicios-, y por otro, el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores permite el registro sobre la persona del trabajador (en sus taquillas y efectos particulares), pero “dentro del centro de trabajo”, y aquí el registro se efectuó en un pasillo en el que concurren diferentes departamentos de la empresa, tratándose además de un espacio abierto al público en vez de haberlo realizado en otro lugar más íntimo y reservado en el que la reputación de las trabajadoras no pudiera verse afectada.

Subraya también la sentencia para avalar la procedencia de la sanción impuesta a la empresa que tras el registro, no fue encontrado producto alguno y que el registro se realizó sin las necesarias garantías de adecuación.

Reconocimiento de indemnización

Faltaron así los requisitos de proporcionalidad, idoneidad y necesidad del registro personal por lo que el Juzgado ha condenado a la empresa a abonar mil euros a la trabajadora por daños y perjuicios.